Cada uno de nosotros tenemos un espiritu en nosotros, bajo la creación del hombre. Todos los hombres nacen espiritualmente Muertos.
Estar espiritualmente muerto es estar separado de Dios, es por eso que todos debemos ser reconciliados con El por medio de Jesus para comenzar una restauración, una relación con nuestro Padre y así ser conectados con nuestro diseño original y cumplir a cabalidad nuestro propósito en la tierra.
Efesios 5:8-9
Porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz (el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad) y comprueben lo que agrada a Dios.